El 45% ve difícil poder mantener su actual nivel económico en el futuro y 4 de cada 10 reconoce tener problemas para hacer frente a los gastos relacionados con la salud. La falta de dinero provoca otros problemas, como el escaso tiempo para dedicar a los hijos.
Cigna ha elaborado el estudio “Cigna 360 Wellbeing Score”, una investigación consistente en encuestas sus 15.000 empleados de 13 países distintos. Concretamente en nuestro país, el estudio ha contado con la participación de 1.003 personas, mayores de 25 años, que contestaron a través de un cuestionario online realizado a finales del pasado año.
Según revela el estudio, la tasa anual de ahorro de los hogares ha caído, al tiempo que las cifras de consumo suben un ritmo que supera el de la Renta Bruta Disponible. De esta forma, los españoles estamos gastando más, pero no significa que las finanzas familiares se hayan recuperado.
El estudio destaca que el 42% de los ciudadanos de nuestro país atraviesa una situación económica que podría calificarse como precaria. De hecho, el 45% admite que tiene dificultades para mantener su nivel de vida. Y hasta un 49% asegura no haber experimentado ninguna mejoría en el último año, pese al repunte de la economía española.
Los hombres perciben de forma más positiva su situación, con una puntuación de 54,8 sobre 100 frente al 51,5 que le dan las mujeres. Mientras que por edad son los jóvenes (25- 29 años) los que mejor valoran su economía, con un 58,2. Frente a los de 50-59 años, que son los más pesimistas sobre su contexto económico, con un 48,3 sobre 100.
Vivienda, educación y salud, los gastos esenciales
La vivienda supone el 38% del presupuesto familiar mensual. Habiendo sólo un 25% de españoles que afirma no tener problemas para asumir el gasto. Mientras que sólo el 23% afirma no tener problemas para pagar las partidas médicas familiares. De hecho hasta un 39% señala tener grandes dificultades para asumir los gastos sanitarios. Un porcentaje que se dispara hasta el 44% cuando se refiere al pago de gastos médicos de los progenitores.
Por otro parte, destaca también que un 34% tiene grandes dificultades para costear la educación de sus hijos. Frente a un 25% que puede costearlos sin problemas.
La falta de dinero provoca menos tiempo familiar
La necesidad de aumentar los ingresos se ve reflejada de forma directa en el sacrificio de tiempo destinado a la familia y los hijos. Sólo el 46% se siente satisfecho con las horas que dedica a su cónyuge, a sus padres o a sus hijos. Seis puntos menos que en el mismo estudio del año anterior. Además reconocen no prestar la dedicación suficiente a la salud y bienestar de sus seres queridos y familiares
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