Los afectados por el cártel de camiones ya pueden reclamar

El pasado jueves 6 de abril era publicada la sentencia de la Comisión Europea sobre el procedimiento sancionador impuesto a Daf, Daimler-Mercedes, Iveco, Man, Renault y Volvo por acordar ilegalmente los precios de sus vehículos (cártel) y retrasar la implantación de tecnologías para reducir las emisiones. Una irregularidad que, de momento, les ha costado una multa que casi alcanzó los 3 mil millones de euros.

camiones circulando (foto:FENADISMER)

La publicación en el Diario Oficial de la UE supone pues la apertura del plazo para reclamar a todos aquellos empresarios, sociedades y transportistas autónomos damnificados por este vergonzoso proceder. Estimando que el número de camiones afectados por estas prácticas podría superar los 10 millones, 200.000 vehículos de los cuales habrían sido vendidos directamente en nuestro país.

De esta forma, los afectados por el cártel de camiones pueden ya interponer las reclamaciones correspondientes contra los fabricantes por los perjuicios que éstos les han ocasionado. Destinado a este fin se constituyó la Plataforma de Afectados por el cártel de camiones (www.afectadoscartelcamiones.es). La cual se creó para que cualquier empresario autónomo o sociedad que hubiera adquirido uno de dichos vehículos pudiese adherirse.

Los vehículos de estas marcas que entran entre los posiblemente afectados son todos aquellos que se vendieron entre los años 1997 y 2011 (ambos incluidos) como vehículos nuevos de transporte de mercancías, con una masa máxima superior a 6 toneladas. Tanto si el camión continúa en activo o como si ya está dado de baja.

Scania se expone a una sanción mayor por cártel

En el caso de Scania, y pese a formar presumiblemente del citado cártel, las cosas se tornan más difíciles, tanto para los posibles afectados como para el fabricante. La razón es que la marca ha sido la única que no ha admitido su participación en los hechos. Lo que ha provocado que su caso esté aún pendiente de una resolución definitiva por parte de la comisión de la Unión Europea.

¿Qué supone esto? Por una parte alargar el proceso de solución o restitución para los transportistas afectados, que aún no tienen forma definida ni plazos para reclamar los daños causados por la conducta de Scania. Y, por otra, está la más que previsible consecuencia para la propia marca: una sanción aún más ejemplar, que podría disparar la sanción económica que tendrá que pagar Scania. Todo esto, por supuesto, sólo en el caso de que se termine demostrando que, tal y como apuntan todos los indicios, se reconozca que también participó en el acuerdo de precios con el resto de fabricantes de camiones.

 

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Jorge Monroy Criado

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