En ocasiones, creemos ver algo que en realidad no es tal como parece. No son pocos los vídeos que circulan por la red en los que podemos encontrarnos con ilusiones ópticas que nos dejan perplejos ante algo a lo que no encontramos razonamiento.
El último de ellos, subido a Youtube por Kensuke Koike, tiene a un perro como protagonista de una imagen, que tras ser troceada en diferentes partes, no impide que sigamos contemplando al can de forma repetida al crear nuevas representaciones con cada uno de los trozos. Pero todo tiene una explicación.
En un primer momento, la fotografía es recortada en finos trozos, con los que a su vez, es posible formar, separando algunos y uniendo varios entre sí, dos nuevas imágenes casi idénticas a la original, por lo que podemos ver en esta ocasión a dos canes iguales en lugar de uno. Parece magia, pero la ilusión óptica tiene truco. Las dos nuevas fotografías son similares, pero no exactamente equivalentes en su totalidad.
La explicación es la misma que se utilizaría para razonar cómo funcionan los actuales programas de edición de imágenes, cuando deseamos por ejemplo reducir el tamaño de una fotografía. Es entonces cuando la aplicación lleva a cabo lo que podemos denominar como una “partición” en píxeles de la imagen, del mismo modo que sucede en el vídeo. Esto implica que, tanto en el programa de edición como si lo hacemos nosotros mismos por otros medios más “caseros”, la nueva copia de la fotografía siempre tendrá peor calidad que la original, es decir, menor cantidad de píxeles, como bien puede comprobarse también en el vídeo.
Del mismo modo que se realiza la partición de la imagen original para crear dos nuevas, el siguiente paso es el de cortar en trozos las copias unidas, con las que mediante el mismo proceso, crea otras dos similares, obteniendo en total cuatro ilustraciones de cuatro canes. A simple vista parecen el mismo, pero si dejamos a un lado la ilusión óptica y las analizamos con detalle se comprueba de manera sencilla que existen diferencias en la calidad de cada una de ellas, que evoluciona de mayor a menor con cada nuevo duplicado. Desde luego, la explicación no impide que el método nos fascine y nos deje sorprendidos ante lo que nuestros ojos ven (o creemos ver… 🤔).
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Periodista | Comunicación corporativa y Marketing Digital en TERRÁNEA