Un vehículo clásico es aquel que, debido a su antigüedad y características únicas, ha adquirido un elevado valor histórico. Generalmente, el término clásico se aplicaba a un vehículo con un mínimo de cinco lustros desde su fabricación, y que hubiese mantenido sus características y componentes originales, encontrándose en buen estado de conservación. El actual reglamento de vehículos históricos (RHV) , definido por la DGT, establece la clasificación como vehículos históricos a aquellos fabricados o matriculados hace al menos 30 años. Además, deben conservar sus características originales, sin modificaciones no autorizadas, y haber dejado de fabricarse. Según el RVH, se clasifican en:
Grupo A: Vehículos nacionales con ITV vigente y sin reformas, que pueden tramitar su clasificación online de forma rápida y económica.
Grupo B: Vehículos importados o fuera de circulación que requieren un informe técnico y aprobación de ITV.
Los vehículos históricos pueden circular hasta 96 días al año, y algunos están exentos de ITV si superan los 60 años. Además, se consideran parte del patrimonio cultural automovilístico.