Un compuesto del té verde denominado EGCG ha logrado mejorar aspectos cognitivos y conductuales en niños con trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF) al año de tratamiento. Es lo que apunta el resultado preliminar del que es el primer estudio clínico con un tratamiento para estos niños.
Los pequeños afectados por TEAF padecen síntomas de distinta índole originados por un consumo excesivo de alcohol de sus madres biológicas durante el embarazo.
El estudio clínico está coordinado por el doctor Óscar García Algar, jefe del Servicio de Neonatología, del Hospital Clínic-Maternitat de Barcelona y coordinador del Grupo de Investigación Infancia y Entorno (GRIE). Un trabajo que está financiado con una Ayuda a la Investigación Científica en Materia de Salud de la Fundación Mutua Madrileña.
El ensayo científico ha radicado en administrar el flavonoide epigalocatequina galato (EGCG), un derivado del té verde, a los niños con TEAF. El EGCG es un modulador de la plasticidad neuronal que ya se había mostrado eficaz en otras enfermedades que afectan al neurodesarrollo, como es el caso del síndrome de Down, en otro estudio que también fue financiado por la Fundación Mutua Madrileña.
Según apuntan los primeros resultados clínicos, al final del año de tratamiento se han observado “efectos positivos y estadísticamente significativos en algunos aspectos cognitivos y conductuales”. Mejoras que se han reflejado tanto en el área cognitiva verbal (razonamiento, comprensión y expresión verbal) como en la propia conducta exteriorizada por los pequeños, con una disminución de las conductas agresivas. Además, los médicos también han podido observar mejoras relacionadas con la conducta social de los niños.
El doctor García-Algar expondrá estos resultados a los padres de niños afectados en las II Jornadas sobre el Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal organizadas conjuntamente con la Asociación de Familias de niños con Síndrome Alcohólico Fetal (SAFGroup). Un encuentro que tendrá lugar este fin de semana en el Hospital Clínic-Maternidad de Barcelona.
El TEAF, un problema evitable
Existe relación directa entre el consumo de alcohol durante el embarazo y los efectos adversos en la gestación y el desarrollo fetal. Los recién nacidos expuestos al alcohol durante su gestación pueden presentar discapacidades físicas y cognitivas, así como problemas conductuales y de aprendizaje. Problemas que pueden además sumarse en muchas ocasiones.
Según los últimos estudios, el TEAF afecta a entre 9 y 10 por cada 1.000 recién nacidos vivos. Aunque, en este caso, hablamos de un trastorno que aún está infradiagnosticado por los médicos. .
Por otro lado, datos obtenidos mediante matrices biológicas, demuestran que un 40% de las mujeres embarazadas en nuestro país consumen o han consumido alcohol durante el embarazo. Un problema al que se ha unido el aumento de adopciones de niños procedentes de países donde el consumo de alcohol entre la población es muy elevado (Europa del Este, Sudáfrica, Irlanda, etc.) haciendo que el número de niños afectados por el TEAF en nuestro país hayan aumentado.
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