PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS
Las características físicas del Akita Inu son tan peculiares como su nombre. Entre ellas, podemos destacar su gran tamaño, con una estatura que puede alcanzar desde los 55 a 70 cm, y un peso que oscila entre los 30 y 45 kg en el adulto.
Su pelo largo, con una capa externa de pelo liso y textura dura; y una capa interna de pelaje fino, puede lucir de color banco, gris o atigrado. Además, sus extremidades potentes y musculosas, y su cola enroscada que sobresale por encima del dorso, complementan su apariencia noble y dominante.
En sus aproximados 13 años de esperanza de vida, mostrará su lealtad y su tendencia a mostrarse distante con extraños. Tranquilos, y dominantes, solo presentarán inquietud o conductas desafiantes cuando su entorno se muestre problemático.
Su obediencia y lealtad, le harán un perro ideal para el acompañamiento, y también, para la guarda.
Los documentos, esculturas y pinturas halladas parecen remontar los orígenes del Akita Inu a hace unos 3000 años; aunque algunos historiadores aseguran incluso, una aparición anterior.
Parece ser que su origen está ligado a la región de Akita, de donde toma su nombre, ubicada en la isla de Honshu en Japón. Precisamente es esta localidad y su clima de montaña, el que determinó su uso en la caza de osos y jabalís.
Aproximadamente en el 1600 comenzaron sus cruces con mastines ingleses, al tiempo que continuó su uso en peleas de perro. Con el objetivo de buscar ejemplares más fuertes, continuaron sus cruces con estas razas. Esto hizo variar su aspecto ligeramente.
Con la prohibición de las peleas de perro, los cuidadores se propusieron la recuperación de la raza japonesa. De este modo, iniciaron la repoblación mediante el cruce con líneas de perro Akita Matagi. Como consecuencia, y a pesar de no haber recuperado las características originales en su totalidad, empezó a desarrollarse el Akita Inu como lo conocemos en la actualidad.
Debido a su importancia histórica, y al apego con Japón, se crearon diferentes organizaciones que protegían su crianza y conservación. Entre ellas se encuentran el Nippon-ken Hozonkai (niPPO) y el Japanese Kennel Club (JKC).
La lealtad mostrada por la raza, así como la diversidad de tareas que podía realizar con éxito, convirtieron al Akita como perro prototípico de la casta guerrera y la nobleza.
Además, el orgullo japonés ante la raza es tal, que en 1931 fue designado monumento nacional de Japón.
Sin embargo, no todas las noticias y curiosidades son tan buenas… la calidad de su pelaje llevó a que durante la Segunda Guerra Mundial fuera empleado para confeccionar ropa militar. Incluso, algunos datos sugieren que su carne era usada como alimento.
CUIDADOS BÁSICOS Y ALIMENTACIÓN
Lo primero que hay que remarcar acerca de la raza, es que su inteligencia conlleva la importancia de no ceder ante sus exigencias. Por ello, comenzar con su educación desde el primer momento es fundamental.
En cuanto a su alimentación, es necesario suministrar un pienso con nutrientes esenciales, y que contenga cantidades suficientes de vitaminas A y H. Estas son fundamentales para mantener la calidad de su pelaje.
La cantidad de alimento adecuada oscila entre los 500 y 600 gramos diarios, divididas en 2 o 3 dosis. Esto asegura que la cantidad energética sea suficiente y adecuada a lo largo del día. Recuerda la relevancia de eliminar de la dieta snacks y otros productos que deben ser únicamente empleados en casos puntuales (como puede ser el reforzamiento de conductas positivas).
Se recomiendan unos 30 minutos de ejercicio físico diario. Lo que denota que no es indispensable una gran actividad. Esto lo hace apto para vivir en interior siempre que se cumpla esta pequeña dosis.
Recuerda que los juegos y paseos con tu perro permiten reforzar el vínculo y la confianza con él: la importancia de estas rutinas no solo son fundamentales para ejercitarle físicamente.
Juegos con pelota, paseos por la ciudad y excursiones son algunas de las propuestas que más triunfan en la raza.
A pesar de tratarse de un perro de gran fortaleza, puede sufrir algunas enfermedades. Así, debido a su tamaño, como ya hemos mencionado en otras ocasiones, la displasia de cadera y problemas en las rodillas son su principal riesgo.
Además, acudir al veterinario con frecuencia, mantener una correcta alimentación, y no exponerlo durante periodos prolongados a condiciones ambientales extremas, pueden prevenir las afecciones del sistema inmunológico.
En cuanto a su bienestar psicológico, el desarrollo de actividades físicas impedirá descargar la energía sobrante de manera no agresiva, aumentará su tolerancia a los espacios cerrados y reforzará su estabilidad mental.
Su abundante pelaje hace necesario su cepillado diario. No solo para que luzca en perfectas condiciones, también para prevenir la acumulación de pulgas y ácaros, y estimular la circulación sanguínea. Para ello, el instrumento ideal es un cepillo suave de punta metálica, y para el cepillado después del baño, uno de cardas suaves.
En cuanto al baño, se recomienda el empleo de champú acondicionado para la longitud y características de su pelaje, cuyo Ph sea similar al del perro... Además, es preferible aumentar la frecuencia del lavado en época de muda (al menos una vez por semana).
No olvides tampoco la higiene dental: mascar algo resistente favorece el desarrollo y fortaleza de la mandíbula. Ahora bien, no le suministres huesos u otros objetos que pueden causar daños en las encías o en el sistema digestivo.
Finalmente, la limpieza de los oídos puede basarse en el empleo de un paño suave que permite retirar la suciedad. Este procedimiento realizado regularmente es la mejor medida preventiva para evitar infecciones en el canal auditivo.
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